2 septiembre 2018
Vivir sin el narcótico del exceso de comida significa aprender a superar el
dolor emocional. Los sentimientos desagradables que hemos cubierto con comida empiezan a aflorar cuando guardamos abstinencia.
Al principio, nuestras reacciones emocionales a menudo son vagas y difusas, ya que todavía no hemos adquirido el conocimiento suficiente para identificar qué es lo que nos está molestando.
Si estamos dispuestos a aguantar el dolor y la incomodidad emocionales, eventualmente comprenderemos. A veces tenemos que pasar un tiempo soportando el dolor emocional antes de superar una fase de nuestro desarrollo y pasar a la siguiente etapa. Sea cual sea el sufrimiento, es preferible a la agonía del atracón. Encarar el dolor emocional es algo constructivo; tratar de enterrarlo con comida es destructivo.
A menudo, nuestro dolor se relaciona con eventos del pasado que aún nos perturban inconscientemente. Cuando somos capaces de identificar la fuente del dolor, podemos examinarla a la luz de nuestra madurez actual y empezar a dejarla atrás.
Mientras evitemos sentir el dolor emocional, nos negamos a nosotros mismos la curación que nos puede dar nuestro Poder Superior.
Señor que acepte el dolor necesario para seguir creciendo.
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