Un Paso a la Vez

Sombras en la Vida

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7 marzo 2016

Una de las mejores maneras de descubrir nuestra propia sombra es observar qué es lo que más nos molesta de las personas. Muy a menudo, las cosas que nos desagradan de los demás son los defectos que nosotros también poseemos.Desafortunadamente, en vez de aceptar nuestras propias deficiencias de carácter, provocamos problemas de relación al culpar a los otros para cubrir nuestros propios defectos.¿Cómo entonces, podríamos solucionar esos problemas elusivos que nos afectan y que de manera tan profunda perjudican nuestras relaciones?El problema central aquí es la negación.Y lo opuesto de la negación es la fe.La negación dice: «Tengo que bloquear «no ver» ciertos aspectos de la vida porque me causan miedo, me deprimen o me hacen sentir indigno».La fe, por el contrario, no se deja llevar por el optimismo ingenuo, más bien vive consciente de la realidad y, al mismo tiempo, confía en Dios. La fe me asegura que, aun cuando a veces siento miedo o estoy deprimido, soy optimista porque formo parte de la creación de un poder superior amoroso e inteligente.A diferencia de la negación, la fe estima que el mundo es bueno y confiable. La fe dice: «Es verdad que hay problemas en el mundo, pero se deben sobre todo al abuso del don de la libertad. Confío en que Dios me ayudará a mejorar física, mental, emocional y espiritualmente, si yo así lo quiero, y a veces sin que me de cuenta de ello».La fe forma parte de la vida de muchas personas que ni siquiera se consideran religiosas, pero que confían en las leyes del mundo natural y en la obra del pensamiento humano.

La gente de fe está dispuesta a arriesgarse porque creen en las leyes psicológicas como la que expresa lo siguiente: «Enfrentarme a mis temores es una actitud saludable».Pero una fe mas profunda capta con mayor agudeza el significado de la vida. Las personas con una fe profunda, en vez de cimentar su confianza en la manera en que funcionan las cosas, saben que prácticas como la justicia, el amor y el perdón tienen su fundamento en la bondad básica de la vida. Una fe semejante se respalda en la creencia de que un Poder Superior trabaja de modo permanente para nuestro bien en este mundo complejo.Por tanto, los cambios se realizan de dos maneras:

1. Haciendo que ocurran.
2. Dejando que ocurran.