8 abril 2017
«Llegamos a conocer la felicidad, la alegría y la libertad.»
Si alguien te para hoy por la calle y te pregunta si eres feliz, ¿qué le dirías? «Pues, a ver… Tengo un lugar donde vivir, comida en la nevera, un empleo, el coche funciona… Bueno, sí, creo que soy feliz.» Estos son ejemplos externos de cosas que muchos hemos asociado tradicionalmente con la felicidad. Sin embargo, a menudo olvidamos que la felicidad es una opción; nadie puede hacernos feliz.
Felicidad es lo que encontramos en nuestro compromiso con Narcóticos Anónimos. La felicidad que deriva de una vida centrada en el servicio al adicto que todavía sufre es verdaderamente maravillosa. Cuando ponemos el servicio a los demás por encima de nuestros propios deseos, descubrimos que dejamos de centrarnos en nosotros mismos. Como consecuencia, tenemos una vida más satisfactoria y armónica. Al servir a otros, vemos nuestras necesidades más que satisfechas.
¿Qué es en realidad la felicidad? Podemos concebirla en términos de alegría y satisfacción. Ambos son estados de ánimo que aparentemente llegan cuanto menos los buscamos. Cuando vivimos sólo por hoy y llevamos el mensaje al adicto que todavía sufre, nos encontramos con la alegría, la satisfacción y una vida profundamente significativa.
Sólo por hoy: Voy a ser feliz. Encontraré mi felicidad mediante el servicio a los demás.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.